
“Solal†del suizo Albert Cohen es una de las novelas más extrañas que he leÃdo. La novela empieza con los Esforzados, un grupo de judÃos de Cefalonia que vienen de la rama menor de los Solal. Por ejemplo, nada más empezar nos enteramos de que Comeclavos, también denominado Bey de los Embusteros y Padre de la Mugre, se ha hecho imprimir unas tarjetas grandilocuentes que dicen: “Tarjeta de Visita del Licenciado Pinhas Solal/ De los Solal oriundos de la Bendita Francia/ Aunque Exiliados ay desde hace Siglos/ En Cefalonia Isla griega del Mar Jónico/Ciudadano francés con los Papeles en Regla/ Apodado Palabra de Honor/ Llamado Comeclavos Profesor/ EmeritÃsimo de Derecho Hábil Abogado/ Doctor en derecho y medicina no diplomado/ Redacta Excelentes Contratos/ Y Envenenadas Convenciones/ ¡Que para rato Te escapas!/ llamado asimismo el Embarullador de/ Procesos Quien logró un dÃa/ Encarcelar una Puerta de Madera Se Le Encuentra/ Sentado en los Peldaños los Distintos/ Tribunales entre las Seis y las Once de la/ Mañana el más brillante Jurisconsulto de/ Cefalonia hombre Honesto Preferibles/ Los pagos en especies Para los/ Ignorantes FacilÃtase explicación de/la elegante expresión Especies quiere Decir/ Dinero Pero se acepta Igualmente Comida/ Se le encuentra en su Casa por la noche y/Acepta otros Asuntos hubiera Podido/ Diplomarse de haberse Dignado hacerlo Pero/ No se dignó No destruir la Tarjeta/ Que ha costado Oro y Plata En DemasÃaâ€. Con este arranque en su quinta página no es de extrañar que el lector piense que tiene entre las manos una obra de humor disparatado. Pues no, en esto entra Solal como niño de 13 años enamorado de la hermosa y mucho más joven esposa del Cónsul francés y todo se desbarata.
Solal de Solal, de la rama primogénita de la familia, es el personaje en torno al cual gira la novela. Solal es un niño grande, un hombre fascinante que atrae a las mujeres, un hombre que juega a despreciar a las mujeres que le aman, un hombre de grandes dotes a quien el éxito y el dinero le resultan indiferentes, excesivo, aventurero, un hombre que vive acomplejado por el desprecio de que son vÃctima los judÃos, osado, imaginativo, con el sÃndrome del impostor, despreocupado por el qué dirán, preocupado por el qué dirán, una suerte de santo judÃo laico, un mendigo, un niño grande… vaya parece que ésta ya la dije. El problema para la novela es que Solal es un personaje tan excesivo e incomprensible, que no hay manera de que el lector se pueda identificar con él. Sus acciones erráticas parecen esconder un afán autodestructivo que el lector no termina de entender. Solal asciende al puesto de Ministro con sólo 25 años y termina la novela como mendigo.
Entre su momento de exaltación y gloria y el de caÃda y abyección ocurren tantas cosas extraordinarias que acaban por aburrir al lector. Se compra una mansión en el campo y en sus sótanos oculta a sus correligionarios, a los que visita por las noches para revivir el genio de su raza. Intenta convencer a Gran Bretaña de que ceda su parte del codominio que tiene en las Nuevas Hébridas a Francia. Los Esforzados emigran a Palestina y tienen allà una sanguinaria batalla con los árabes que estaban allà antes. Rapta a su enamorada galopando en un caballo blanco mientras ésta viajaba en un descapotable rumbo a su boda….
Cada aventura está muy bien, pero tenerlas todas juntas puede llevar a la irritación o, peor, al bostezo.
Inevitablemente “Solal†recuerda mucho a la tercera de las novelas de la tetralogÃa, “Bella del Señorâ€, que fue un gran éxito y es magnÃfica. También aquà hay un arco narrativo. “Solal†empieza con el niño Solal y narra su ascenso previo a la caÃda. En “Bella del Señor†nos encontramos a Solal convertido en alto funcionario de la Sociedad Naciones. En “Solal†tenemos la relación amorosa con Aude, que lentamente se irá degradando. En “Bella del Señor†Solal se enamora locamente de Ariane, la enigmática y hermosÃsima esposa de un subordinado mediocre. Aude es la doncella a la que Solal saca al mundo. Ariane La mujer misteriosa y apasionada. También en esta novela, el amor excesivo acaba conduciendo a la destrucción. ParecerÃa que sólo los amores burguesotes y adocenados ofrecen la posibilidad de sobrevivir. Pero son tan aburridos…
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